domingo, 21 de agosto de 2022

Corazón en llamas

Aprendí a convivir 
con lo único que me quedó de ti.
Lo único que me dejaste:

Tu ausencia.

Pues después de mil batallas,
con la bestia de tu absurda indiferencia,
perdí la guerra y la esperanza.

Con las manos llenas de arena
- y el corazón en llamas -
me acostumbré a echarte de más,
cansada de echarte de menos.

E inevitablemente, 
al decirle adiós a tu fantasma
tuve que despedirme 
de un pedazo de mí misma.

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