Escondidas bajo mis pies,
mis miserias echan raíces
y se hunden en esta yerta e infértil tierra.
Alzo la mirada
y una primera lágrima cae del cielo.
Me abraza el frío de la noche,
que acuna mi cabeza entre sus brazos
de pétreo mármol y de oscuro olvido.
Volviéndome pequeña,
de pie ante este vasto imperio de dudas,
sueño con soñar que me despierto,
mientras caigo aún más dormida
en la desconocida quietud del miedo.
E inmóvil, me disipo.
Y aquí otro (:|)
ResponderEliminarMe gusta lo de sueño con soñar :)
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