Si hubieses querido,
habría llegado a quererte
como se quiere
a un amante refrendado,
de esos que en lugar de flores,
regalan cada noche
amor de contrabando.
Podría incluso haberle
hipotecado a cupido
el corazón a cambio de
un mal trago de tus labios,
podría haber incendiado
mil catorces de febrero
y haber tatuado
cada una de mis uñas
en tu espalda.
Podría haber curado
tus heridas con caricias,
podría haber calmado
tus temores con mis besos,
podrían, además, mis pechos,
haber sido la almohada
de cada uno de los sueños
que has tenido.
Si hubieses querido,
cariño, podrías haber sido
el hombre más feliz.
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