El tiempo y el espacio se separan
un instante mientras busco tu mirada,
ausente, a través del abismo
inconcluso de una calle abarrotada.
un instante mientras busco tu mirada,
ausente, a través del abismo
inconcluso de una calle abarrotada.
Los pasos se consumen en mitad
de un pestañeo y sólo queda el aire
donde antes se erigía una muralla de apatía.
Los recuerdos resucitan mientras
salen de sus tumbas y el despecho,
con la culpa, ahora ocupan su lugar.
salen de sus tumbas y el despecho,
con la culpa, ahora ocupan su lugar.
Pero finges que no existo cuando paso
por tu lado, que no hay pasado
ya haya atado tu camino con el mío,
que no hay memorias que atestigüen
que un día recorrimos la avenida de
las sombras de la mano.
Y retumban mis zapatos al chocar contra
el asfalto mientras piso el valor
que los dos hemos perdido.
Decidida a no mirar atrás me he
reinventado y he llorado,
por primera vez, lágrimas de olvido.
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