Podemos seguir mintiéndonos
hasta que acabe esta canción
y seguir diciéndonos que no
mientras los ojos gritan sí
con cada pestañeo.
Porque tal vez sea lo mejor,
dejar pasar el tiempo,
esperar a que se escurra
entre estos dedos que,
una vez, pararon el reloj al recorrer
con impaciencia tu espalda.
A veces dudo de mí misma,
de ti dudo a todas horas.
A veces no me entiendo,
a ti, ni aunque lo intente,
y si me empeño demasiado
temo llegar, incluso, a conseguirlo.
Es más fácil ignorar. ¿Verdad?
Más sencillo mantenerse al margen.
Contigo he aprendido que ser valiente
está sobrevalorado.
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